CURIOSIDADES
¿SABÍAS QUÉ?
Los ladrillos son uno de los elementos más antiguos que se conocen, y pocos le rivalizan en practicidad, coste y comodidad. Su colocación es sencilla, su precio es menor que si
se recurre a la madera u otros materiales, y es un excelente aislamiento
térmico y sonoro.
Depende del tipo de construcción y ambiente, se pueden elegir diversos
tipos de ladrillo. Además, su uso se ha puesto de moda en las últimas décadas, y se
lo suele presentar como frente decorativo o para dar un toque rústico a los ambientes
interiores, aunque su versatilidad lo lleva a que pueda combinarse fácilmente con todo tipo
de decoraciones, sean modernas o clásicas.
Entre las ventajas que podemos enumerar se encuentran principalmente las siguientes:
- Compatibilidad con otros materiales
- Material Ecológico
- Durabilidad y bajo mantenimiento
- Ahorro de energía
- Facilidad de limpieza y
mantenimiento
- Posibilidad de Hidrofugación
UN POCO DE HISTORIA...
El ladrillo rústico tiene sus precedentes en los orígenes de la humanidad.
Cuando el hombre
descubrió el fuego, tan
pronto como encontró en él
protección contra las
alimañas, calor contra el frío y una sustancial mejora de la
preparación de los
alimentos, descubrió también, en
los albores de la humanidad y muy posiblemente por casualidad, la transformación del barro en cerámica. Con este hallazgo, la cultura humana dio el
primero de sus grandes saltos al asociarse al barro cocido, la escritura y el
arte alfarero, primeros indicios de civilización y modernidad.
Pronto, el ingenio
humano comenzó a cocer barro
en forma de placas y tacos que le permitían construir refugios artificiales para resguardarse de la intemperie de
forma permanente sin el gran esfuerzo que para las culturas primitivas constituía el labrar bloques en piedra
natural.
La construcción de hornos, aprovechando para ello los propios ladrillos obtenidos, permitió conseguir las temperaturas
correctas para una buena cocción del barro, dando como resultado un tosco ladrillo, que no por imperfecto es menos bello, siendo su utilidad de tal tamaño que ha sobrevivido al paso de las culturas como el elemento de
construcción más empleado en casi todas las
civilizaciones.
Durante varias
centurias, el ladrillo rústico constituyó el elemento
fundamental de la obra arquitectónica, poseyendo
una triple utilidad, pues no sólo se usaba en los muros de carga
principales, sino que a la vez servía de base para las tabiquerías, cuando no quedaba a la vista como el revestimiento noble de los
edificios a los que soportaba y protegía.
Con la llegada de la
era industrial, el ladrillo de taco rústico cedió sus funciones
de elemento estructural al acero y el hormigón armado y la de tabiquería a la placa de yeso autoportante o al ladrillo hueco de proceso
mecanizado.
En los últimos decenios, cuando se restauran
las obras antiguas suelen dejarse a
la vista paños enteros de
pilares y paredes construidos con ladrillos rústicos primitivos que inicialmente fueron de sustento y ahora quedan a la
vista de todos a modo de reconocimiento al bien hacer de nuestros antepasados.
Como consecuencia de
esta práctica y
reconocido el alto valor
ornamental de los ladrillos rústicos fabricados al modo tradicional, surge una tendencia en la
arquitectura moderna de combinar este elemento con otros recursos
constructivos, creándose una
estética especial que distingue a las obras y a los que las construyen.
En la arquitectura
actual, el ladrillo rústico, quedando siempre a la vista, se emplea fundamentalmente, pues, como elemento decorativo ennobleciendo y embelleciendo, obras modernas a la par que las distingue con una mezcla de lo clásico con lo sencillo.
¿CÓMO SE INSTALAN?
¿CÓMO SE INSTALAN?
Modos
de colocación
Por tratarse de un
ladrillo a cara vista se debe ser especialmente cuidadoso en el replanteo y la
colocación. Los
desniveles del terreno deben resolverse en la base, de forma que las hiladas
queden totalmente horizontales. Colocada la primera hilada se colocan reglas
fijas en las esquinas y huecos, donde se marcan las siguientes hiladas. También
se colocan perchantes desde la cubierta que deben situarse en las esquinas para no ir acumulando
errores con las reglas pues el desplome admitido por planta es de no más de + - 10 mm y para la altura
total del edificio es de + - 30 mm.
En su forma más común, se colocan los ladrillos a rompejuntas
haciendo coincidir en la misma vertical cada dos hiladas. Se procurará que las esquinas terminen a
ladrillo completo o a medio ladrillo.
Aunque las juntas
pueden ser enrasadas, este tipo de ladrillos queda mucho más estético si las juntas se acaban rehundidas. Para
mantener una mayor prestancia deben repasarse las juntas con una galga para
mantener la misma profundidad y forma de la llaga; conviene realizarlas en el día o como máximo al día siguiente.
Es muy importante retirar los restos de mortero que hayan manchado las partes visibles de los trabajos con un cepillado enérgico antes de que fragüe. Igualmente es muy importante evitar los morteros oscuros de cemento convencional pues su color oscuro se trasmite al paramento y empobrece el color y el aspecto del ladrillo. No debe olvidarse que este ladrillo es anterior al cemento moderno y su combinación no casa bien. Un mortero a la cal, de tono medio claro o ligeramente rosado embellece al conjunto y evita que el ladrillo envejezca prematuramente.
Es muy importante retirar los restos de mortero que hayan manchado las partes visibles de los trabajos con un cepillado enérgico antes de que fragüe. Igualmente es muy importante evitar los morteros oscuros de cemento convencional pues su color oscuro se trasmite al paramento y empobrece el color y el aspecto del ladrillo. No debe olvidarse que este ladrillo es anterior al cemento moderno y su combinación no casa bien. Un mortero a la cal, de tono medio claro o ligeramente rosado embellece al conjunto y evita que el ladrillo envejezca prematuramente.